viernes, 3 de febrero de 2012

Joy Division - 'Unknown Pleasures'


Joy Division irrumpieron con su arrolladora personalidad en la escena de eso que ha venido a llamarse post-punk, bandas que recogieron el testigo de aquellas otras que revolucionaron el concepto de rock&roll a mediados y finales de los 70. En general lo hicieron con registros más oscuros, soniquetes sintéticos y una actitud tan autodestructiva como la de muchos de sus predecesores.

Ian Curtis, el vocalista de la banda, acabó colgando del techo con los pies a dos palmos del suelo, un final que comparte con tantos otros músicos malditos; pero en lo que verdaderamente importa, su música, no tiene comparación, pues consiguió desarrollar un estilo muy propio. Desde los inquietantes movimientos y espamos que tenía sobre el escenario, inspirados en sus propios ataques epilépticos, hasta la voz profunda y herida con la que entonaba cada corte, impensable en alguien tan joven, pues apenas contaba 22 años cuando grabaron el LP.

10 canciones de sobrecogedora atmósfera ocultas bajo una portada enigmática, cuya imagen está extraída de una enciclopedia de astronomía y representa el primer púlsar conocido. Estos es, la huella dejada por una estrella gigante al explotar como una supernova. Siguiendo esta analogía, cortes como "She's Lost Control", "Shadowplay", "Insight" y "Disorder" serían los púlsares de la retorcida melancolía de Curtis y del oscuro oído musical de sus compañeros de banda.

'Unknown Pleasures' no es un disco especialmente fácil de digerir, pero todo es hacerse a su peculiar estética. Es un testimonio de la existencia vital llevada al límite, tan propia del rock&roll, y una de las aportaciones más carismáticas de la primera oleada post-punk. Un disco que es como un bloque de hielo negro bajo el plomizo cielo británico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario